Se van colando por las ventanas,
asomándose por cualquier hendija .
Recuerdan que afuera es de día,
Adentro, oscuro y frío.
Me empeño en el mutismo absoluto.
Se cuelan algazaras de viento.
¡Qué ganas de molestar!
Me revuelvo dentro de las sábanas
dispuesta a continuar el día.
Imperceptible repugnancia domina.
¡Electrizante ráfaga de ansiedad
y la necesidad imperante
de quitarse el cuerpo!
El sol ajeno,
desparrama sus astillas;
sonriendo.
Yo, tengo un solo pensamiento.
Llegará la noche fría,
húmeda.
Recortará siluetas añejas
estancadas en un pozo de barro mohoso,
remojará recuerdos
entre los sapos y los ajolotes
y llegará la calma…
y el sopor del sueño.
Pero ahora, cada fragancia, se convierte en hedor.
Olores de soledad perfuman el recinto,
Emanaciones provocadoras de nausea,
perpetúan tufillos
que parecía que nunca habían existido.
¡Los descubro metidos
hasta en la esencia de un cajón,
en el bálsamo de un medicamento
ungido hace eras!
¡Los afloran;
aún cuando presentes en lo cotidiano
los habíamos ignorado!
Suena, el cristalino carillón ,
el barítono de una puerta rechinando,
la baja tesitura de un camión lejano,
la sorda resonancia de un fantasma
y se meten en la psique
destrozando acero y seda.
¡Es entonces que la guerrilla mental estalla
en batalla auto demoledora!
Tratando de encontrar el epicentro del sufrimiento,
se revuelcan las neuronas
intimando expulsar aquel insólito,
e incomprensible extraño.
Y cuando el agua más sala los ojos,
la luz rasga con risotadas de sol;
astillas resplandecientes,
en un ensordecedor silencio
¡Detona!
El dolor de la migraña
POETRISHHH.
domingo, 15 de agosto de 2010
ABRILL PARA DOLORES
Abril 11, 2004 para la Poeta Mexicana Dolores Castro.
Parada al filo del mundo
susurra poemas al viento
como si el viento pudiera
convertirlos en niebla
y besar el agua,
acariciar algas,
alimentar peces.
Dolores
se yergue, levantando la risa
huyendo del frío,
siguiendo al sol
espiando la primavera
para volver a los brazos
del salto, el río y la laguna.
Parada al filo del mundo
susurra poemas al viento
como si el viento pudiera
convertirlos en niebla
y besar el agua,
acariciar algas,
alimentar peces.
Dolores
se yergue, levantando la risa
huyendo del frío,
siguiendo al sol
espiando la primavera
para volver a los brazos
del salto, el río y la laguna.
ANA CITLALI CASTRO ME DIJO:
“No te quiero feliz
porque las letras rosas no me gustan”
Aquí les dejo unas letras podridas,
carcomidas por el paso de los carros.
porque las letras rosas no me gustan”
Aquí les dejo unas letras podridas,
carcomidas por el paso de los carros.
ACRÓSTICO
Nada había sido cambiado desde la caída de las hojas
Antes, las ventanas habían sido cerradas,
Taponadas para que el viento se quedara.
Antiguamente, el sol fue cubierto.
La sonrisa de tus ojos, ahora,
Inunda un mundo nuevo.
Antes, las ventanas habían sido cerradas,
Taponadas para que el viento se quedara.
Antiguamente, el sol fue cubierto.
La sonrisa de tus ojos, ahora,
Inunda un mundo nuevo.
6 PONINTE Y 13 NORTE UNA CALLE MÁS
El “desconcierto” se apila en la banqueta,
trapos y papeles rechazados.
Un pájaro con alas de espejo
quedó atorado entre los plásticos.
La ventanas con cristales de viento
muestran desdentadas sonrisas.
El coloso de piedra se sostiene
apuntaladas las costillas con morillos .
El hedor de los orines
es el escudo que lo guarda.
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